El Cabildo reforzará el desarrollo de los dos Planes de Sostenibilidad Turística en el territorio del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria con la puesta en marcha de un Plan de Ejecución Temporal que supondrá la incorporación de trece profesionales hasta 2027 para garantizar la ejecución de una decena de iniciativas cruciales cifradas en cinco millones de euros.
Así lo acordó hoy el Consejo de Gobierno, que sustentó su decisión en la importancia de los Planes de Sostenibilidad Turística I y II para la puesta en valor del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria y la Reserva de la Biosfera como referentes diferenciados del destino insular con productos escasamente desarrollados en la isla y respetuosos con la filosofía de conservación y difusión de los valores de ambas figuras, según recalcó el consejero de Presidencia, Teodoro Sosa.
Las titulaciones previstas abarcan la Arquitectura, Arquitectura técnica, Geografía y la Ordenación Territorial, la Ingeniería de Obras Públicas, la Antropología o Sociología, la Comunicación, el Turismo, la Economía o Administración y Dirección de Empresas, la Administración General y distintos niveles de la gestión administrativa, contrataciones para las que se contempla un presupuesto de 273.000 euros.
El primer Plan de Sostenibilidad Turística es fruto de un convenio del Cabildo con la Secretaría de Estados de Turismo y el Gobierno de Canarias e implica la ejecución de 3 millones de euros por parte del Instituto para la Gestión Integrada del Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.
Por su parte, segundo Plan se nutre de una subvención directa al Cabildo del Gobierno de Canarias procedente de fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation de la Unión Europea. En este caso, el Instituto gestiona directamente proyectos por valor de otros dos millones, si bien su importe total se eleva hasta los 8 millones.
Las acciones dentro de cada Plan de Sostenibilidad Turística
Los tres millones del Plan I que serán gestionados a través del Plan de Ejecución Temporal incluyen la puesta en marcha de los Senderos de Gran Recorrido, la adecuación, embellecimiento y puesta en valor del Paisaje Cultural, la renovación y adaptación del Centro de Interpretación de la Degollada de Becerra, el desarrollo de portales web y de la aplicación móvil, el sistema de apoyo a la gestión y preservación de los sitios amparados por la UNESCO en la isla, la Oficina Técnica de apoyo a la gestión y promoción y, por último, el impulso, dinamización y revitalización de los productos y servicios locales.
Por otro lado, los dos millones que debe acometer el Instituto se reparten prácticamente a partes iguales entre la vía ciclista y peatonal de conexión con el barranco de La Aldea de San Nicolás, lo que conllevará también tareas de limpieza y desbroce, y la adecuación de la red de senderos de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. En este último caso, se rehabilitarán sendas que conecten con los Senderos de Gran Recorrido, con actuaciones previstas en La Aldea de San Nicolás, Mogán, Tejeda, Artenara, San Mateo y Agaete.
La filosofía que envuelve a ambos Planes guarda relación directa con la activación del potencial endógeno del territorio para propiciar un desarrollo de iniciativas socioeconómicas locales sostenibles y fomentar la fijación de la población al territorio y mejorar los índices de calidad de vida.
Igualmente, ambos Planes responden a la necesidad de frenar el paulatino cierre de establecimientos turísticos y la reducción de plazas alojativas rurales y repartir territorialmente la riqueza que genera el sector, así como poner en valor, potenciar y ampliar la oferta con otros recursos turísticos complementarios, tales como el senderismo, el barranquismo, el cicloturismo o la gastronomía, entre otros.
También asumen el reto de conservar y proteger los activos y bienes paisajísticos y culturales vinculados a Paisaje Cultural y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, atender las exigencias de calidad, accesibilidad, conservación, gestión e informativas exigidas por la UNESCO y potenciar el uso de la oferta de instalaciones recreativas y educativas de la naturaleza que se encuentran en el territorio de intervención, así como contener la pérdida de tejido empresarial y de oportunidades de empleo.
Asimismo, se plantean iniciativas para mejorar la identificación, compromiso y sensibilidad de los residentes de los núcleos de población localizados en el territorio de intervención como destino turístico singularizado, además de cohesionar y proteger los espacios acreditados por la UNESCO.