A partir del próximo 25 de octubre se abrirá el acceso al triforio para las personas que visiten el Templo de Arucas. El trabajo de acondicionamiento y habilitación de esta zona ha sido una acción clave para la comunidad parroquial en su proyecto de hacer del Templo de Arucas un punto de encuentro, de celebración y de expresión cultural abierto a todas las personas, cuidando y divulgando su identidad y patrimonio.
El triforio del Templo de Arucas es de una enorme peculiaridad y riqueza cultural. Además de la posibilidad que ofrece de contemplar la hermosa arquitectura ojival neogótica del templo parroquial de forma distinta y completa. El recorrido es un espectáculo de luz y color debido a los nueve conjuntos de vidrieras que contiene y que se pueden disfrutar a penas un metro de distancia. Recordar que las vidrieras del Templo de Arucas son obra de la renombrada casa Maumejean y que, además de los rosetones o de las vidrieras más ornamentales, en siete de los conjuntos se observan escenas ilustradas con un arte magnífico.
En declaraciones de Venerando Novelle Guedes, párroco de la iglesia matriz San Juan Bautista “tenemos la determinación de que el Templo de Arucas esté al servicio de la comunidad, somos conscientes del valor de su patrimonio y de la importancia que tiene no sólo para la comunidad cristiana de Arucas, sino para la sociedad canaria en general, y es por ello que tenemos la determinación de cuidarlo, conservarlo para que sea expresión de la pasión y la actitud de servicio de este pueblo”.
También tuvo un momento Venerando para agradecer “la aportación de cinco euros de los que visitan el Templo de Arucas para contemplar su patrimonio y ahora las vidrieras del triforio, se ha podido realizar distintas acciones de mantenimiento, conservación y habilitación de espacios que antes estaban en mal estado.
Cualquiera que se acerque o que nos siga por las redes sociales puede ver que esa aportación de los turistas está repercutiendo en el propio Templo de Arucas; en la limpieza de los excrementos de paloma de la azotea, siendo un elemento corrosivo para la piedra de Arucas; las trampas para las palomas; la limpieza y adecuación del triforio; la adecuación, señalización y digitalización de las visita y en este momento el estudio de impacto acústico que afecta a las vidrieras; restauración de algunas imágenes de gran valor patrimonial del templo; así como el plan director para mantener y finalizar las obras de este templo parroquial. Todo eso sin tener en cuenta los gastos que nos supusieron las inundaciones que sufrimos el año pasado o los comunes que tenemos que afrontar en el día a día (mantenimiento, personal, limpieza, etc…)”.
También estuve presente D. Manuel Bernabé Gómez, vidriero y restaurador que comentó “el valor incalculable que tienen las vidrieras del templo” y que expuso “la necesidad de estudiar las condiciones a las que son sometidas y el estado de las vidrieras para llevar a cabo las acciones de prevención, conservación y restauración precisas”.
Para terminar Venerando nos recordó que “cualquier persona que entre en el Templo de Arucas es consciente de que está en un espacio privilegiado, un tesoro que heredamos como comunidad y que ahora nos toca a nosotros no solo conservar o restaurarlo sino también potenciar y finalizar. Tenemos claro que el Templo de Arucas debe ser un monumento vivo y al servicio de las personas y un espacio donde celebrar la fe, fortaleciendo los lazos comunitarios que da identidad a este pueblo de Arucas”.
El horario de visitas al Templo de Arucas es de lunes a miércoles de 10:00 a 13:30 horas y 16:00 a 17:30 horas. Los jueves de 16:00 a 17:30 horas. Viernes de 10:00 a 13:30 horas y 16:00 a 17:30 horas. Sábado de 10:00 a 13:30 horas. Los sábados de 10:00 a 13:30 horas. El acceso al triforio estará abierto sólo en horario de mañana.