El proyecto Gran Canaria Pastorea, con el que el Cabildo de Gran Canaria remunera a los pastores por sus servicios de prevención de incendios forestales con sus ovejas-bombero, ha adjudicado para este año 2024 una superficie de 2056 hectáreas, 363 más que en la edición anterior, para ser pastoreadas por hasta 34 familias ganaderas de la isla.
La acción dirigida de ovejas y cabras contribuye a reducir la biomasa y, así, evitar la propagación de los incendios forestales. El pastoreo se realiza en montes y cauces públicos definidos de antemano por los técnicos insulares por su valor estratégico, principalmente en los cauces de barrancos, los ejes de cresta principal y los puntos estratégicos de gestión (PEG).
Se trata del tercer año consecutivo que el Cabildo remunera a los pastores y pastoras de la isla por sus servicios ambientales de prevención de incendios, una estrategia de prevención pionera en Canarias que ha recibido recientemente el reconocimiento de Europarc-España con el premio ‘experiencias inspiradoras en áreas protegidas’ por su labor en la gestión integral del territorio.
Gran Canaria Pastorea cuenta además con la participación de una cuadrilla de profesionales de Gesplan que desbroza matorrales y cañaverales durante todo el año en coordinación con los pastores para que el ganado pueda pastorear las zonas más difíciles de gestionar, así como la instalación en lugares estratégicos de módulos para que los pastores trashumantes se puedan quedar con sus rebaños durante largas temporadas, o el vallado de las repoblaciones forestales para hacer compatible la conservación de la biodiversidad con el pastoreo y la prevención de los grandes incendios forestales.
Con un presupuesto final de 120.299,20 euros, para este año han sido adjudicados 45 lotes, nueve más que en 2023, que serán gestionados por los pastores y pastoras presentados a la convocatoria a cambio de una remuneración que, en todo caso, dependerá de la superficie final pastoreada al finalizar el ejercicio y tras pasar los debidos controles técnicos.
Así, los rebaños cuentan con un dispositivo de geolocalización (GPS) para definir el resultado de la reducción del combustible vegetal que llevan a cabo, tras lo cual se calcula el pago definitivo anual en función del tipo de terreno gestionado y el nivel de ejecución total.
La aplicación de modelos de pago por servicios ambientales, que empieza a extenderse por otras partes del mundo, fomenta la conservación y uso de los ecosistemas desde la corresponsabilidad público-privada, genera además nuevas oportunidades de desarrollo rural y fomenta que se mantengan las actividades económicas tradicionales como el pastoreo, que tanto contribuyen a generar el ‘paisaje mosaico’ necesario para la prevención de los grandes incendios forestales.
Precisamente, ’Gran Canaria Pastorea’ forma parte de la estrategia del Cabildo para la prevención de grandes incendios forestales mediante la gestión del territorio denominada ‘Gran Canaria Mosaico’, que promueve la recuperación de paisajes mosaico basados en el equilibrio entre los espacios naturales y las actividades agrícolas, ganaderas y forestales y la adaptación de la sociedad para convivir con el fuego. Un paisaje mosaico es aquel donde conviven diferentes tipos de bosques y naturaleza con sembrados o pastos y donde cada una de estas piezas pone obstáculos al fuego, que se propaga más lento y hace posible sofocarlo.
Para la creación y gestión del paisaje mosaico son fundamentales las actividades agrícolas, ganaderas y forestales para que, gradualmente, la isla recupere un paisaje diverso, habitado y con menor riesgo de sufrir grandes incendios.