“Abordó la temática de la mujer, desde la sutileza y sin abanderar ningún movimiento, con títulos como soledad, esencia de mujer o alma rota, que marcan o definen a todas esas mujeres que han pasado una etapa difícil, que siguen sufriendo y que están intentando superarlo cada día. De ahí el título. Para mí, la ‘Fragilidad´ está en la esencia de la mujer, más sensible ante los retos que tiene que alcanzar. Hay mucha fortaleza en todas ellas, pero al mismo tiempo es frágil”, explicó Josefina Alejandro, una artista natural de Telde, que ayer inauguró la exposición ‘Fragilidad’, ante esas dificultades que ha padecido la mujer a lo largo de la historia, en la Galería Alta del CICCA de la mano de la Fundación La Caja de Canarias.
Compuesta por casi cuarenta cuadros y por una treintena de poemas, creados los unos y los otros simultáneamente, en una inspiración mutua, retro alimentándose de manera nutricia, y tal como explica Luz María Albelo, catedrática de Filosofía, en el texto del catálogo que acompaña a esta muestra artística: “En esta exposición, Josefina Alejandro indaga en todo ese proceso de búsqueda de la mujer, investigando su mirada, sus gestos, sus actitudes, y nos muestra un rico caleidoscopio expresionista de emociones, sentimientos y estados de ánimo para penetrar en el interior de sí mismas, de sí misma”.
En la obra de Josefina Alejandro destacan la expresividad de los rostros. “Mis cuadros son máscaras y detrás de cada máscara está la esencia de lo que quiero trasladar al espectador. A mí me gustaría que el que venga a ver la exposición se encuentre en un diálogo con la obra y que se encuentre a sí mismo. El arte es comunicar, es expresividad y fuerza”, manifestó la artista, antes de señalar que los poemas son lo que siento, no mis propias vivencias. Después de 40 años dando clase, son principalmente vivencias que he ido escuchando en mis alumnos y eso lo llevo dentro”.
“Pintora, trabajadora, honesta e incansable, sus obras centran su interés en la naturaleza y la figura humana, investigando diversas técnicas, como la pintura figurativa, el impresionismo o la abstracción, y desde hace un tiempo, el constructivismo, de la mano de una espátula sorprendente que con maestría mezcla los colores; también éstos han ido evolucionando, desde unos tonos pastel más cálidos y brillantes, hasta los tonos más fríos, oscuros y contrastados de ahora”, señaló Albelo.
En esta muestra de Josefina Alejandro, la figura femenina emerge como de una búsqueda interior; los rostros no son retratos, la figura femenina juega un papel central: el vehículo para busca una identidad femenina con urgencia”, manifestó Fernando Fernández Morales, director general de la Fundación La Caja de Canarias, que dio la bienvenida a la exposición y la artista en una inauguración con unos 50 asistentes.
En la presentación, la artista explicó que su proceso creativo parte de una fase de bocetos. “Puedo hacer hasta diez”, señaló. A continuación, comienza a perfilar los poemas, después empieza a pintar, para volver al boceto y, después volver al poema, de tal manera que la obra, en un proceso de reconstrucción constante, va tomando forma junto con el poema. Además, explicó que usa el acrílico y que ha dejado de usar el pincel para decantarse por la espátula. “La espátula es más complicada porque hay que volar con ella, del cerebro a la mano y de la mano al lienzo, como dice un amigo. Con mucha sutileza para darle viveza al trazo que para mí debe ser suelto, vibrante y que tenga espontaneidad”, expuso Josefina Alejandro.
La artista es natural de Lomo Magullo, Telde. Se inició en el arte a los siete años, en la escuela unitaria de su localidad natal, haciendo dibujo, dibujo técnico y pintura a la acuarela, a los que dedicó, además, buena parte de su tiempo libre.
Posteriormente se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad de La Laguna y comenzó su labor docente en distintos colegios e institutos de Gran Canaria y, más adelante, obtuvo su plaza como Profesora Agregada, así como la Cátedra de Matemáticas, en el Instituto de Tafira.
Fue tras su jubilación que decidió retomar de lleno la actividad artística, así como su formación en la materia junto a los artistas Juan Betancor, Isabel Echeverría y Paco Navarro, entre 2007 y 2017. A partir de esas fechas comenzó a asistir a la Escuela Luján Pérez como alumna, donde acudió a los talleres de estudio de la figura humana con modelos al natural.
Fiel admiradora del pintor Juan Cabrera, también profesor de la Luján Pérez, Josefina muestra en su estilo una clara influencia de éste en su pintura. En 2020 fue nombrada Socia Numeraria de la Escuela.