Como es habitual, la basílica de Teror se quedó chica este jueves para acoger a los devotos y curiosos que no quisieron perderse la Bajada de la Patrona de Gran Canaria desde su Camarín hasta el trono desde el que vivirá los festejos.
El descenso entre los tules que imitan nubes y las flores que lo adornaban, por los raíles escondidos debajo, no sólo abarrotó el templo sino también la aledaña plaza del Pino, desde la que se pudo seguir, a través de una pantalla gigante instalada en la fachada de la basílica, uno de los actos más emotivos de las fiestas y el que abre la agenda religiosa.
Son casi 30 minutos los que la imagen tarda en recorrer los pocos metros que separan el Camarín del altar mayor, y lo hace del mismo modo desde que en 1928 se puso en práctica un mecanismo, ligeramente mejorado desde entonces, para que este acto, al igual que el la Subida, se hiciera delante del público y no a escondidas y por la sacristía.
Fue el párroco Antonio Socorro Lantigua, nombrado tras la muerte del párroco Juan González, quien le propuso su tío Agustín Alzola y González-Corvo, veraneante en la villa, que pensara una nueva forma de realizar la maniobra abierta a la asistencia de feligreses y que evitara el peligro que suponía bajar la talla por la escalera.
Manuel Henríquez Yánez, carpintero de la villa mariana, y sus empleados fueron los encargados de fabricar la solución, un sistema de raíles en rampa por el que se desplaza una plataforma sobre la que desciende la Virgen del Pino con el manto y las joyas que cada año luce.
La inauguración de este mecanismo se llevó a cabo en las fiestas de 1928 y su éxito ha supuesto que tanto la Bajada como la Subida se hayan convertido en dos eventos principales del calendario festivo del Pino y de asistencia multitudinaria.
Desde la tramoya, varias personas situadas debajo de los tules que imitan las nubes, se encargan de controlar la velocidad del descenso, o del ascenso, así como de acompasar ese recorrido al movimiento de los tules para dar más realismo a este ejercicio escénico. El rector de la basílica dirige finalmente el siempre delicado salto desde los raíles ocultos hasta el trono.
El manto que estrenó en 1980
La Virgen del Pino permanecerá ahora sobre tu trono hasta el próximo 22 de septiembre, día en que está programada la Subida al Camarín, ataviada este año con el manto verde o de Los Pinos, hecho en los talleres parroquiales por Francisco Herrera y Juan Carrasco y estrenado en 1980, al cumplirse 75 años de su Coronación según publica Canarias7