Amancio Ortega beca la excelencia académica de una alumna grancanaria

Sara Fernández, estudiante de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el Colegio Arenas Sur, ubicado en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria, ha sido una de los ocho alumnos galardonados en las Islas —y una de los 400 de España— con una de las becas de la Fundación Amancio Ortega (FAO). Esta ayuda permite a los jóvenes irse durante un curso académico a Estados Unidos o Canadá, con todos los gastos cubiertos, para estudiar 1º de Bachillerato. «Me enteré el 22 de enero. Al principio pensaba que no me había tocado porque no encontraba mi nombre en la lista», recuerda Sara emocionada.
Ser una de los 400 alumnos afortunados de la Beca FAO tiene mucho mérito. Esta edición convocó a cerca de 8.500 aspirantes en un exigente proceso de selección en toda España, para el que se requería que los candidatos tuvieran una nota media igual o superior a 7 puntos, tanto en tercero de ESO como en la asignatura de inglés.
Heriberto Segura, director del Colegio Arenas Sur, expresa su orgullo por el éxito cosechado por su alumna, subrayando que «esta beca reconoce el sobresaliente rendimiento académico de Sara», apunta, matizando que «lo importante es que le abrirá las puertas a una nueva experiencia cultural y académica inolvidable que reforzará su crecimiento personal y educativo».
Canadá será el destino de esta alumna, que aportó una nota media de 9,73 puntos el curso anterior y la certificación B2 (First Certificate) en la prueba oral y escrita de lengua inglesa. «La verdad es que no me ha parecido muy difícil el proceso de selección», confiesa. «La primera fase consistió en entregar tu expediente académico de Secundaria, la segunda fue la prueba de inglés y por último una entrevista personal». El nivel de inglés, que según admite le parece importante para el futuro, quiere seguir mejorándolo: «Una vez regrese a Gran Canaria me presentaré para certificarme en C1 o C2 de inglés», indica.
Sara nos cuenta que aún puede tardar un poco en saber su ciudad de destino. «Sé que primero me elegirán un instituto según mis gustos, lo que mejor encaje con mi forma de ser, y después me asignarán una familia de acogida». Ella cuenta abiertamente qué preferencia tiene: «Quiero que me manden a donde menos frío haga», dice entre risas esta grancanaria de 15 años. «La ciudad exacta no sé cuál será, pero ya me han dicho que me ha tocado la provincia de Ontario, que tiene una superficie dos veces la de España».

 

Una experiencia de vida
Irse tan lejos podría darle vértigo a más de uno, pero en la familia de Sara nadie está preocupado. «Estoy muy contenta por ella», nos cuenta orgullosa Cristina Moreno, su madre. «Va a ser una experiencia de vida importante y sé que cuando vuelva va a ser una persona muy distinta. Estando allí sola tendrá que aprender a resolver problemas y dificultades por sí misma de forma autónoma, con la familia lejos, lo que sin duda la ayudará a crecer como persona», explica. «Académicamente supone una gran oportunidad de seguir formándose en otros ambientes, superando retos y mejorando su nivel de inglés. Estoy muy orgullosa y siento mucha alegría por ella».
Sara también coincide en que salir de su entorno y espacio de confianza es una gran oportunidad: «Echaré de menos a mi familia, pero no me preocupa mucho. Al final no dejan de ser solo 10 meses fuera. Va a ser una experiencia importante para mi desarrollo», relata. Y continúa: «He hablado con varias personas que se han ido con esta beca u otras a estudiar al extranjero, y todas coinciden en que es una experiencia increíble, inolvidable. Y dicen que allí la gente está muy acostumbrada a recibir a personas de otros países, así que es muy fácil hacer amigos y las familias de acogida son muy buenas».
A la espera de saber destino exacto para poner rumbo a Canadá el 30 de agosto, Sara continuará cursando en el Colegio Arenas Sur el cuarto curso de Educación Secundaria —un 9,50 de nota media en el primer trimestre— mientras lo compagina con los pasatiempos de cualquier niño o niña de su edad: sus amigos, el deporte y la música. «Aprendí a tocar el piano, la guitarra y la batería en una escuela municipal». Y aunque preguntada por si la música ocupa un espacio en sus objetivos profesionales futuros, Sara matiza que ahora mismo solo piensa «entre estudiar Física o algo de Biología» una vez concluya el Bachillerato en el Arenas y se dirija a la universidad. «Sé que voy encaminada a escoger la modalidad de Ciencias en Bachillerato, pero no termino de tener claro si la rama Tecnológica o Biológica».

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