El plusmarquista mundial en aguas abiertas David Meca ha ofrecido este lunes una charla motivacional a 650 estudiantes de los institutos del municipio de San Bartolomé de Tirajana, en dos conferencias organizadas por las concejalías de Educación y Juventud en el Centro Cultural Maspalomas. Es la primera vez que el deportista ya retirado de la competición oficial ofrece un entreno de superación personal a gente tan joven.
El nadador español, 28 veces campeón del mundo, con más de 100 títulos internacionales, premiado con la medalla de oro por el Comité Olímpico Internacional, integrante del Salón de la Fama de Estados Unidos, galardonado con la Real Orden al Mérito Deportivo y considerado por la Federación Inernacional de Natación como el mejor nadador de larga distancia de todos los tiempos, centró su charla en los valores del sacrifico, la constancia, los retos y la ilusión, pero sobre todo en los retos.
“No permitan que nadie les diga que no son capaces. Un campeón no nace, se hace. Con constancia, esfuerzo e ilusión puedes llegar donde te propongas”, dijo tras contar que empezó a nadar con 5 años para fortalecer su cuerpo. Llevaba botas ortopédicas y hierros en las piernas, tenía problemas de espalda desviada, de oídos… ni siquiera tenía dientes por la medicación que recibía. Yo no quería nadar y lloraba cada día que me llevaban a la piscina. Hoy le doy las gracias a mis padres y a los doctores. El niño con limitaciones físicas superó todas sus limitaciones”, narró. “Cuando las corrientes no sean favorables, es el momento de apretar los dientes y nadar mas fuerte. Destierra el no puedo, olvida el no quiero. El éxito es solo para los que lo buscan”, dijo.
David Meca sostiene que “siempre se puede mejorar e ir un poco más lejos. Si lo puedes imaginar lo puedes lograr. Sólo tú pones los límites. Siempre tendrás nuevos retos que superar. Tú decides hasta dónde quieres llegar. Si te esfuerzas podrás logar gestas que otros pensaban imposibles. Sé tu propio héroe, que al final puedas mirar hacia atrás y puedas decir orgulloso: reto conseguido”.
Meca, que fue presentado por la concejala delegada Esther Delgado Sánchez, insistió en que “el esfuerzo y la constancia son pilares de la vida”. Como ejemplo reseño que entrenaba 8 horas al día en tres entrenamientos de agua y uno físico, y para eso se levantaba cada día a las 4:40 de la mañana. “Cada día de entrenamiento hacía de 20 a 25 kilómetros de nado”, dijo. La suma de todos los entrenamientos y todas las competiciones realizadas a lo largo de su vida suponen tres vueltas y media al planeta Tierra nadando. “Imaginad la cantidad de kilómetros que llevo en estos hombros, deshechos como los de un anciano de 90 años”, dijo.
Meca también le habló del sacrificio a los jóvenes estudiantes de los IES Faro, El Tablero-Aguañac, Amurga, Támara, y de los módulos deportivos de dichos centros. “Sin él no se consigue nada en la vida”, y lo ejemplificó con su migración a EEUU con 18 años, a buscarse la vida. “Yo ya era campeón de España en pruebas de piscina, pero quería ser internacionalmente reconocido, y en EEUU estaban todos los rivales que me harían mejorar”. Contó que se fue con un diccionario de inglés y 50.000 pesetas (300 euros) en el bolsillo. No le fue fácil. Enseñó español, limpió casas, cuidó niños… “Menos mal que tomé esa decisión. Allí me gradué en Arquitectura y Económicas y me convirtieron en campeón del mundo de natación”, dijo.
Los retos
Hablarles a los estudiantes de los valores sólo fue un señuelo, porque su mensaje tenía por objetivo motivarles sobre los retos personales. “Todos necesitamos tener retos en la vida, objetivos que nos hagan levantarnos por la mañana con ilusión”, dijo, y habló de los suyos “como lo mejor que me ha pasado”.
Reconoció que su primer reto fue para demostrar y luchar contra las acusaciones de presunto dopaje que le hizo la Federación Internacional de Natación. “Lo hice de la mejor y única manera que sabía, que era nadando”. Aquel reto dio la vuelta al mundo. Fue el inicio de su carrera deportiva haciendo retos deportivos. En septiembre de 1999 cruzó a nado los 6 kilómetros que separan la isla-prisión de Alcatraz y la ciudad de San Francisco. Y lo hizo con grilletes en los pies.
Meca se dio cuenta de que con aquel reto “estaba innovando, y que en la vida hay que innovar, hacer cosas diferentes para diferenciarse de la competencia. Es verdad que las medallas de campeón del mundo me daban honor y prestigio, pero los retos me dieron notoriedad y publicidad, y patrocinadores como plátanos de Canarias, que me apoyó durante 10 años”.
Meca contó que a los patrocinadores y comunicadores les daba igual que ganara campeonatos del mundo, y que siguiera ganando medallas representando a su país. “Me pedían que hiciera un reto cada año más difícil. Y cada vez hicimos retos mejores y más difíciles”, como la travesía entre La Gomera y Tenerife, el record del mundo del Canal de La Mancha entre Inglaterra y Francia, también el del Estrecho de Gibraltar entre Europa y África, o la travesía del Lago Ness, entre otros. Pero abundó detenido en la travesía a nado desde Santa Cruz de Tenerife a la Playa de Las Canteras.
“Aquella travesía de 110 km que empezó como una idea, entre risas, en una cena, al final se convirtió en una realidad”. Fue un reto y record del mundo, un 30 de mayo, Día de Canarias. Lo hizo con un traje de neopreno de 2 milímetros de grosor, muy flexible para los millones de brazadas que debía dar, pero también con un fallo en sus costuras, que le hirieron las axilas y el cuello hasta sangrar. Realizó la gesta en 23 horas y 50 minutos. “Fue atravesar la barra de Las Canteras y ver la animación de la gente y empecé a volar cuando ya no podía más. Todo es la mente. Me di cuenta que los tiburones más peligrosos están en nuestra mente”.
Meca reconoce que aquel reto “mereció la pena. Si me muriera hoy lo haría como un hombre feliz, como un hombre que se marcó un reto difícil y luchó para conseguirlo. Fue el reto deportivo más bonito que he hecho en mi carrera deportiva. No os podéis imaginar lo que llegue a llorar dentro del agua, por el cansancio, el dolor, los vómitos, las heridas, el frío, el calor. La realidad fue mucho más dura de lo que puedo transmitiros”, dijo.
Las medallas
Para hablar a los jóvenes sobre la motivación, Meca mostró a los estudiantes varias fotos y algunas de las medallas que consiguió a los largo de su vida deportiva. Entre ellas las dos que consiguió en el campeonato olímpico celebrado en Barcelona, y que desde entonces reposan en su mesilla de noche; las cuatro que consiguió en el Campeonato del Mundo de Hawai, donde se convirtió en el primer y único nadador que hasta el momento ha conseguido cuatro medallas en un mismo campeonato. Y su última medalla de oro en un campeonato del mundo. “La conseguí cuando se decía que ya estaba mayor y que no entrenaba como antes. Menos mal que fue a mi último campeonato, para demostrarles que no estaba tan mayor como decían. Porque además conseguí batir el record del mundo en una prueba oficial. Por eso que nunca digan que estáis mayores, ni con 30 ni con 80, porque si trabajamos, nos esforzamos y realmente lo deseamos, se puede llegar a conseguir”.
Suerte, ilusión y éxito
Meca destacó que “de todos los medios que nos llevan a tener suerte, los más importantes y los que mejor lo hacen son la perseverancia y el trabajo, porque cuanto más se entrena y se trabaja más suerte se tiene”, afirmó. También habló de la ilusión como el motor de toda motivación. “Esfuerzo, constancia, sacrificio…todo viene de la ilusión. Si llegué a la Playa de Las Canteras fue porque había ilusión. Eso hizo que no me parara en mitad de la travesía cuando me picaban las medusas o estaba vomitando. Decidí no subirme al barco porque pensé que si abandonaba una primera vez volvería a hacerlo más veces”, afirmó.
También aludió al éxito. “Nunca llama a la puerta. Es sólo para quienes lo buscan. Si amas lo que haces al final acabarás triunfando. El éxito no depende del talento sino de la actitud que se le pone cada día a las cosas que se hacen, a cada reto. La actitud hace a las personas diferentes”, afirmó.
Davíd Meca concluyó su charla afirmando que “para llegar a ser campeón del mundo no se nace superhéroe. Un buen deportista, un buen estudiante, un buen padre o madre, un buen profesor, cualquier persona de éxito en la vida, no nace, se hace con esfuerzo, constancia, sacrificio, y siempre con la ilusión y pasión que se le pongan a las cosas”.