Lo cierto es que hemos hecho grandes avances en el desarrollo de nuestra agenda de implantación de energías limpias. El progreso de las energías renovables en Canarias es un hecho y en Gran Canaria es aún más patente. Es esta la isla con una mayor contribución renovable, casi un 24%, después de la isla de El Hierro (con un 48,5%). La media en Canarias es del 20%, por lo que estamos 4 puntos por encima.
Aunque las islas tienen un clima idóneo para implementar un sistema eléctrico basado en energías limpias, la potencia total instalada en Gran Canaria apenas llegaba a 128 MW en 2017. Cinco años después ronda los 350 MW. En este lustro el crecimiento ha sido de un 173%.
Pero tenemos que ser más ambiciosos y cumplir con los objetivos de descarbonización que nos hemos trazado para el año 2040. El estudio demuestra que en los últimos años Gran Canaria está en camino de alcanzar estos retos, gracias en parte a la reducción de los precios en los últimos años de tecnologías clave como la eólica y la solar.
Tenemos también la ventaja del Salto de Chira y de que esta gran pila de almacenamiento vaya a hacer posible que la eólica marina pueda anidar en nuestro mar en muy poco tiempo. Con la aprobación, en el último Consejo de Ministros, de los planes de ordenación para los mares del estado español ya está todo disponible para que sea una realidad. Estoy convencido de que en los próximos años seremos una referencia mundial: una isla de un millón de habitantes soberana energéticamente.
No podemos seguir quemando en Gran Canaria 49.671 barriles de petróleo, cerca de ocho millones de litros, al día. Porque contaminamos, porque nos enfermamos, porque hacemos un enorme daño a nuestra biodiversidad…
Hay que implementar políticas y medidas basadas en el autoconsumo para una transición inclusiva y justa, marcándonos objetivos como la descentralización energética y la democratización. Y aquí los datos son también muy positivos: Gran Canaria ha pasado de tener algo más de 100 instalaciones de autoconsumo en 2019 a superar las 2000 en 2022.
La potencia instalada para el autoconsumo en Gran Canaria se ha multiplicado casi por seis entre 2019 y 2022, pasando de menos de 5 MW a casi 28 MW. Es la isla con más autoconsumo del Archipiélago, llegando casi al 50% del autoconsumo regional.
Y en este sentido, el Cabildo de Gran Canaria predica con el ejemplo. Ahora mismo hay instalados 1,5 MW de autoconsumo en las cubiertas de edificios insulares y 2,5 MW contratados o en fase final de adjudicación: en el Ecoparque Norte, El Sabinal, Gran Canaria Arena, Polígono de Arinaga o en la Cueva Pintada… Todo esto supone más de 3,5 millones de euros de inversión.
También incentivamos a la ciudadanía y a las empresas para que invierta sus propios fondos en la producción de electricidad para el autoconsumo a través de nuestras subvenciones (300 concedidas en 2021). Se han instalado de esta manera 2,4 MW, de los cuales se ha subvencionado 1MW. Es decir, casi 3 millones en ayudas desde 2019 hasta ahora.
Desde el área de Soberanía Alimentaria se ha ayudado a 131 agricultores y ganaderos, con 2,2 millones de euros, para hacer posible la implantación de 2 MW de autoconsumo en sus instalaciones
También desde el Consejo Insular de Aguas, dentro del proyecto RENOVAGUA que pretende llevar las renovables al conjunto de la desalación y regeneración de aguas, se han invertido más de tres millones de euros para conseguir instalar – o estar en el proceso de instalación- más de 2.000 MWh/año, 1.700 Kw de potencia. En este caso estamos hablando de más de 3 millones de inversión.
El Plan de Cooperación con municipios y mancomunidades ha permitido instalar en distintos municipios y mancomunidades y en cubiertas de centros de mayores, colegios, edificios municipales, plantas aisladas, etc… un total de 702 kW de potencia y 2,5 millones de inversión.
Los ecoparques Norte y Sur están cubriendo el 60% de sus necesidades energéticas, con picos del 100%, a través del biogás que producen. La previsión en los próximos meses es que cubran el 100% de sus necesidades y se produzcan excedentes. En estos momentos estamos cerrando la negociación para participar con un 25% como administración pública en un parque privado de 9MW en el Polígono de Arinaga.
Todo esto nos está permitiendo acelerar el proceso de descarbonización, reducir la necesidad de construir y financiar grandes instalaciones de renovables, evitar pérdidas en la distribución y avanzar en la democratización de la energía.
Además, las comunidades energéticas van a ser el eje sobre el que pivotará la descentralización y la democratización del sector energético insular. La comunidad energética industrial que impulsamos desde el Cabildo en el Polígono de Arinaga o el trabajo que estamos desarrollando en el barrio de Siete Palmas son un buen ejemplo de este compromiso. En este sentido hemos dado un paso adelante constituyendo la Oficina de Transformación Comunitaria y Transición Energética de Gran Canaria para impulsar las comunidades energéticas y el autoconsumo compartido por todos los municipios de la isla.
Ahora bien, con el autoconsumo solo podemos cubrir el 40% de la demanda del sector residencial. Así que la eficiencia energética y el autoconsumo solos no pueden ser los garantes de la transición hacia un modelo más sostenible. La única manera de crear resiliencia, y avanzar hacia un modelo autosuficiente, es a través de la diversificación.
Y en Gran Canaria hemos contribuido a hacer posible o iniciado proyectos en geotermia, de ahorro y eficiencia, de desalinización y de regeneración eficientes o, como les dije anteriormente, la energía eólica marina, o la central de bombeo reversible del Salto de Chira. También estamos desarrollando anteproyectos para almacenar los excedentes de renovables y para integrar el hidrógeno verde en algunos de nuestras iniciativas.
Pese a los buenos datos, tenemos que acelerar el despliegue de energías renovables en los próximos años y desde todas las instituciones tenemos que plantar cara, con soluciones reales, al cuello de botella que se sufre con los permisos y autorizaciones.
También hay que mejorar la eficiencia energética de la isla, como estamos haciendo en el Cabildo de Gran Canaria el centro de mayores de El Sabinal, por ejemplo, o seguir facilitando la electrificación del transporte con la red de recarga de vehículos eléctricos, ámbito en el que también somos líderes, aunque su despegue es muy lento.
Un sistema ecológico y limpio es la única manera de garantizar nuestra seguridad en el futuro. Seguridad energética, seguridad económica y seguridad para afrontar los impactos del cambio climático. Gran Canaria ya está en el camino correcto.