La candidata del Partido Popular a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, Jimena Delgado, ha advertido de que en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo se elige entre «mantener abierta la sucursal de Sánchez» en la ciudad o «el cambio hacia la libertad, la prosperidad y el buen Gobierno que identifica al PP».
Así lo manifestado en el acto de presentación de su candidatura, que ha tenido lugar hoy sábado en el Hotel Santa Catalina y que ha contado con la presencia del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo; el presidente del Partido Popular de Canarias y candidato a la presidencia del Gobierno regional, Manuel Domínguez, y el candidato a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Jorge Blanco.
Jimena Delgado, funcionaria de carrera desde hace más de 25 años, ha afirmado que los ciudadanos de la capital grancanaria «piden a gritos» que el cambio «llegue pronto»: «Llevo pateando varias semanas todos los barrios de la ciudad y solo recibo cariño, ilusión y apoyo, y lo hago sin escoltas y sin tener que esquivar abucheos y pancartas, entendiendo a la gente y dándoles un halo de esperanza».
La candidata popular hizo hincapié en que el actual gobierno en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria «está fallando en todo lo más básico: la limpieza, la seguridad, la movilidad, el cuidado de los espacios verdes y la atención social», lo que ha dado lugar a una «ciudad abandonada». Por ello, dijo presentarse a las próximas elecciones «para ofrecer soluciones, esperanza y el cambio que Las Palmas de Gran Canaria necesita» porque «nos sobra ilusión, determinación y coraje».
Delgado admitió que quizá es una candidata poco conocida, pero esto lo ve como una «fortaleza», puesto que «es mejor darse a conocer como soy que traer una mochila cargada de las malas políticas de Pedro Sánchez», sostuvo en alusión a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, candidata del Partido Socialista a la alcaldía de la capital grancanaria. Además, dejó claro que tiene experiencia «en lo que realmente necesita la ciudad, que es gestión efectiva, eficaz y eficiente del dinero público».
De llegar a ocupar la alcaldía, Jimena Delgado se comprometió, en primer lugar, a «poner orden» en el Ayuntamiento, ordenar las cuentas, pagar a los pequeños empresarios y autónomos, a los que se les deben 117 millones de euros, ejecutar el 100% del presupuesto y, sobre todo, gastar los 330 millones de euros que están en las cuentas municipales.
Se comprometió, también, a llevar a cabo un «cambio radical» en la forma de gestionar la ciudad, redistribuyendo los distritos de la ciudad en base a las necesidades reales y concretas, y haciendo que los concejales tengan sus despachos en los barrios, que se convertirán en alcaldes o alcaldesas de distrito, con competencias reales, con presupuesto y capacidad para actuar.
Por otra parte, propuso implementar de forma inmediata un plan de choque de mantenimiento y limpieza «que ponga la ciudad a punto»; recuperar también la policía de barrio y dotar de más medios materiales a bomberos, Policía Local, agentes de movilidad y Protección Civil. «Se acabó ver parques de bomberos sin agua y sin bomberos, camiones que se caen a cachos, cámaras que no funcionan y policías sin sonómetros».
Otra de sus promesas pasa por crear el gran parque del Giniguada, conectando el Jardín Canario con el litoral, uniendo Vegueta y Triana y dándole conexión a los riscos con la ciudad: «Ese será nuestro Central Park o nuestro Parque del Retiro». También ordenar la movilidad y el tráfico en la capital, obligando a las administraciones competentes para que acometan «de una vez por todas» las grandes infraestructuras viarias en la ciudad y acabar el proyecto de la
Metroguagua.
Con respecto a las personas, especialmente los jóvenes, anunció que, de ser alcaldesa, convertirá a Las Palmas de Gran Canaria en la capital de la Formación Profesional Dual, creará la primera Escuela Municipal de Cine y escuelas de idiomas en los barrios. También prometió bajar el IBI y eliminar todas las tasas que traban la actividad económica, como la tasa de apertura.
Para lograr «resucitar» la ciudad, Jimena Delgado incidió en que es fundamental gobernar en mayoría absoluta, un gobierno «fuerte, estable y sólido» para convertir a Las Palmas de Gran Canaria «en una de las grandes capitales de España». «Lo vamos a lograr y la ciudad se va a teñir de azul», finalizó.
«Un giro de 180º»
El candidato a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Jorge Blanco, destacó que Jimena Delgado es la única capaz de dar «ese giro de 180º» que necesita Las Palmas de Gran Canaria, de dar «una vuelta absoluta» a la gestión de los servicios públicos municipales, y se comprometió a ayudar a conseguirlo, a cambiar y transformar la ciudad tras ocho años «de desgobierno» del tripartido, «donde los problemas se eternizan, donde la indolencia y la desidia se han instalado en el Ayuntamiento».
Por último, el presidente del Partido Popular de Canarias y candidato a la presidencia del Gobierno regional, Manuel Domínguez, destacó que el PP ha sido «pieza fundamental» para el desarrollo de Las Palmas de Gran Canaria con alcaldes como José Manuel Soria o Juan José Cardona, que «dejaron su impronta, su capacidad y su buen hacer en la historia de la ciudad».
También dijo no querer cometer el mismo error que cometió el secretario general del PSOE Canarias, Ángel Víctor Torres, al decir, «quizá por desconocimiento o por triunfalismo», que la ministra «a tiempo parcial» de Sanidad, Carolina Darias, iba a ser la primera alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, cuando lo fue Pepa Luzardo con el Partido Popular.
Manuel Domínguez afirmó que Las Palmas de Gran Canaria ha estado sometida a un «abandono absoluto» y «no se merece estar inmersa en la parálisis»; de ahí que respalde la candidatura de Jimena Delgado porque la ciudad «necesita a una excelente profesional, a una gestora experimentada y a alguien con fuerza y con rigor» que «tiene en mente un gran proyecto para una gran ciudad».