3. Con el respaldo de la Red Europea de Prevención de Tabaquismo (ENSP), ciudadanos y organizaciones de Bélgica, Bulgaria, Chipre, Eslovenia, España, Francia, Irlanda, Italia, Lituania, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia, se han unido para presentar una Iniciativa Ciudadana Europea (ECI) ante la Comisión Europea con el objetivo de pedir la abolición progresiva de la venta de productos de tabaco y nicotina, comenzando por los ciudadanos nacidos a partir del 1 de enero de 2010, en consonancia con lo que algunos países ya han aprobado, como ha ocurrido en el caso de Nueva Zelanda.
Las organizaciones que promueven esta Iniciativa Ciudadana Europea en España son la Fundación Canaria Dental (FCD); el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT); la asociación ciudadana Nofumadores.org; la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Unidad de Control del Tabaco/Instituto Catalán de Oncología. Juntas, tratan de lograr el refrendo de un millón de firmas recogidas en, al menos, siete países diferentes de la Unión Europa para que pueda salir adelante, haciendo un llamamiento a toda la ciudadanía mayor de 18 años para que “la sientan como propia”.
Durante la presentación de esta iniciativa el jueves 26 de enero en la sede de la AECC en Madrid, los presidentes de la FCD, Francisco Cabrera Panasco y del CNPT, Andrés Zamorano Tapia; la presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina, y la representante de la AECC, Ana Fernández Marcos, llamaban la atención de la clase política europea sobre los perjuicios de los productos de tabaco y nicotina y la urgencia de anteponer la salud de los ciudadanos europeos y el medio ambiente a los intereses de la industria tabaquera.
Durante su intervención, Francisco Cabrera Panasco, presidente de la Fundación Canaria Dental, incidió en la necesidad de evitar la manipulación por parte de la industria tabaquera, “que –señaló– trata de atraer a los jóvenes a la adicción a la nicotina”, y ahondó en la prevención del tabaquismo como una inversión importante en la salud pública, aplicable a través de diversas medidas “probadas y comprobadas en diferentes países”, entre las que señaló, las campañas de concienciación sobre los riesgos del tabaquismo y cómo dejar de fumar; el aumento de los impuestos sobre los productos del tabaco; la prohibición de la publicidad y el patrocinio del tabaco; la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados y la ampliación de los espacios libres de humos; la educación en las escuelas sobre los riesgos del tabaquismo y cómo evitarlo; la inversión en investigación para desarrollar nuevas formas de tratamiento y prevención del tabaquismo; la promoción de políticas y programas que fomenten la salud en general, y la aplicación de programas de tratamiento y apoyo para ayudar a las personas a dejar de fumar.
Asimismo, destacó la “deuda con los fumadores, abocados durante generaciones a la enfermedad y a la muerte por su dependencia y adicción al tabaco”, haciendo hincapié en la relación causal entre el tabaco y enfermedades cardiovasculares, respiratorias y distintos tipos de cáncer, y señalando que la disminución del número actual de fumadores debe ser una prioridad para las autoridades sanitarias. En este sentido, recordó que, según datos del Servicio Canario de la Salud, cuyo Programa de Ayuda al Fumador de Canarias (PAFCAN) fue pionero en España, algo más del 40% de los pacientes que han concluido el tratamiento permanecen sin fumar al cabo de un año.
Los organizadores de esta iniciativa pretenden impulsar en toda Europa regulaciones destinadas a ampliar los espacios libres de humo y vapores al aire libre, especialmente, los frecuentados por menores, como parques, piscinas, actos y centros deportivos, espectáculos y terrazas de bares y restaurantes.
Más allá de poner el foco en la salud, esta propuesta tiene en cuenta que los cigarrillos y vapeadores no son sostenibles en un contexto de calentamiento global, ya que causan un daño significativo al medio ambiente, pues se estima que 4,5 billones de colillas se desechan cada año y terminan en las playas y en los ríos, y los filtros de los cigarrillos, hechos de acetato de celulosa, son el plástico oceánico número uno, más numeroso que las botellas de plástico, las bolsas de plástico o las pajitas de plástico. Estos filtros acaban disipándose en microplásticos y entrando en la cadena alimentaria. Por todo ello, la iniciativa también pide a Europa que cree una red de playas y riberas libres de tabaco y colillas y que se comprometa a hacer lo mismo con los Parques Nacionales para reducir la contaminación y frenar el riesgo de incendios, que ha aumentado con el cambio climático.
El periodo para recoger dichas firmas ya está abierto en la web de la Comisión Europea y se prolongará hasta el 16 de enero de 2024.
La Fundación Canaria Dental solicita el apoyo y la difusión de esta recogida de firmas, de manera que –según Cabrera Panasco– “podamos salvar a la próxima generación de ciudadanos europeos de esta pandemia que solo beneficia a la salud económica de la industria tabaquera”.