Luz Casal ha agotado las entradas de sus primeros 4 conciertos en las Islas Canarias dentro de Festival Mar Abierto, con una minigira que se iniciará el próximo 12 de abril y que le llevará a Lanzarote, Gran Canaria, La Gomera y La Palma. Cuatro actuaciones en cinco días, que se completarán el 26 de agosto con la participación de Luz Casal en el Mujeres World Fest Costa Adeje, en Tenerife. En islas como La Gomera, La Palma o Lanzarote las entradas apenas duraron unas horas, lo que refleja las ganas del público canario de recibir a una de las grandes artistas del panorama musical. Los conciertos de Luz Casal serán el miércoles 12 de octubre en el Auditorio de los Jameos del Agua en Lanzarote, el jueves 13 de abril en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas, el sábado 15 de abril en el Auditorio Insular de La Gomera y el domingo 16 de abril en el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma.
Artista proteica, su música es la de la superación. No cree en las etiquetas. De ahí su versatilidad: cada estilo, cada género musical tienen su momento, su emoción, sus sensaciones. Una solista referente en la música, cuya significación ha trascendido al ámbito cultural. Luz Casal es una artesana de sí misma. Desde los inicios de su carrera ha manifestado una metamorfosis continúa siendo siempre fiel a sí misma. En estos años de búsqueda incansable de nuevos retos ha tratado de bajar hasta el fondo, pertrechada de curiosidad para extraer los secretos ocultos de la composición musical, para buscar historias verdaderas que luego puedan ser cantadas, para descubrir sentimientos que no pueden ser aprendidos. Sus canciones están trabajadas a conciencia, cinceladas, pulidas, vueltas a escribir y a musicar antes de infundirles el último soplo y dejarlas libres para que cada cual pueda escucharlas a su manera.
Cuando se observa la construcción de su insólita trayectoria profesional, da la impresión de que ha vivido más de una vida. Su obra es un creciente integrador que, a pesar de los quiebros, guarda una unidad y coherencia de fondo estimuladas por su esencia rockera y la situación personal de la cantante con el tiempo y todo lo que le ha tocado vivir. En cada etapa, desde la juventud hasta la madurez ha sabido transmitir su evolución aportando en cada obra su inconfundible sello interpretativo. Desde los años noventa hasta hoy su amplio repertorio lleno de éxitos hace que Luz sea reconocida internacionalmente como una de las voces femeninas mas importantes y representativas de la música y la cultura española.
El pasado mes de marzo coincidiendo con los 3 años desde que finalizara su gira de su anterior trabajo “Que corra el aire” presentó nueva gira y nuevo álbum, Las ventanas de mi alma, decimosexto álbum de estudio de Luz Casal. Grabado en La Casa Murada y producido junto a Paco Salazar y Paco Trinidad, se anuncia como el disco más personal y autobiográfico de su trayectoria, el que da continuidad a ‘Que corra el aire’ (2018). Se trata de una colección de 12 pistas entre las que se incluye Hola, qué tal como primer avance, canción creada bajo el influjo de las conversaciones telefónicas que mantuvo durante la pandemia por la Covid-19 con desconocidos, cuando se lo pedían para ofrecer consuelo o compañía. Ha dado continuidad Estaba escrito, un segundo tema que versa sobre la historia de un romance.
Se ha hecho esperar, pero Luz Casal regresa con un nuevo disco, el más personal y autobiográfico de su carrera. El título, ‘Las ventanas de mi alma’, ya anuncia que Luz se presenta sin máscaras ni artificios, franca y apasionada como siempre y más anclada a la realidad que nunca. Su condición de referencia indiscutible de la música en español convierte esta vuelta, tras cinco años sin publicar canciones inéditas, en todo un acontecimiento. Pero, lejos de conformarse con la renta que le otorgan cuatro décadas en lo más alto, Luz explora nuevos sonidos y aborda asuntos de actualidad para ofrecer un álbum rotundo y arrebatador, doce temas llamados a ampliar la abultada lista de éxitos de la artista, una de las voces más inconfundibles del panorama musical europeo.
El disco supone una inyección de esperanza. Luz tiende la mano en cada canción, ofrece salidas en medio de la oscuridad y exorciza fantasmas propios y ajenos. Así lo anticipa el primer single, ‘Hola, Qué Tal’, una exhibición de optimismo, resultado de las más de dos mil llamadas que hizo durante el confinamiento a quienes se lo pedían en busca de aliento y consuelo. Esa experiencia también cristaliza en ‘Dame tu mano’, uno de los cortes más poderosos del álbum, que arranca con apenas una guitarra y la voz algo apesadumbrada de Luz (“Me equivoqué más de una vez, / sólo yo sé lo que pagué”) para escalar hacia la cima instrumental, coronada por la intensidad de los arreglos, en medio de un ambiente mágico: “Dame tu mano, toma la mía; / somos dos seres buscando salida”.
El reencuentro con la pureza, una de las principales obsesiones de la discografía de Luz, se hace evidente en ‘La inocencia’, cercana al rock más clásico y donde predominan las guitarras eléctricas, pero también en ‘Duele’, un canto a lo perdido, tal vez la concesión más dramática del disco, el primero tras la muerte de su madre: “Duele que no tenga quien cante / cumpleaños feliz”. La crudeza de ambas letras contrasta con la vitalidad de sus melodías. Es otra histórica marca de la casa: esquivar el regodeo, tamizar la pena para abrir una grieta, por pequeña que sea, que deje atravesar la luz.
Conviene reparar en ‘Antes que tú’, la canción más atrevida del álbum, compuesta junto con los hermanos Ovidi y Álvaro Tormo, de Los Zigarros. Descarada, bajo la frenética batería de su fiel Tino di Geraldo, Luz advierte de la eventualidad de cualquier éxito (“Subir, bajar, / todo eso se reduce / a un eterno blablabla”) y ajusta cuentas con quienes se atreven a mirar por encima del hombro: “Fui lo que tú ahora eres / y lo que soy serás”. Siempre escurridiza frente a las etiquetas, inclasificable y tentacular, Luz se transforma para situarse en las antípodas del rock con ‘Estaba escrito’, un tema de corte clásico, la historia de un romance sostenido por poco más que el piano y su voz, clara y poderosa: “Y de repente, sin saber cómo, / aprendimos que un instante se hace eterno”.
Desde la desnudez de la composición que da título al disco, ‘Las ventanas de mi alma’, hasta la complejidad de ‘A ciegas’ y la espontaneidad del pop sin pirotecnia de ‘Quizás’, pasando por la plácida ‘Un lugar perfecto’ y sus coqueteos con el bolero en ‘Suave es la noche’, Luz ofrece un álbum catártico y sofisticado, repleto de matices que exigen al oyente volver a cada canción para apreciar cada uno de sus detalles. El disco se cierra con un regalo que regresa del pasado: ‘Un Poco Más de Amor’ una canción compuesta por Carmen Santonja que Luz conserva desde los años noventa y no había publicado hasta ahora, interpretada como un himno de vigencia asombrosa contra la guerra: “Que callen esos fusiles, / no quiero ver más / los mil perfiles de Satanás”.
Los conciertos de Festival Mar Abierto cuentan con el apoyo del Gobierno de Canarias, Turismo Islas Canarias, Canarias Avanza con Europa, Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Instituto Canario de Desarrollo Cultural, Cabildo de Gran Canaria, Cabildo de Tenerife, Turismo de Tenerife, Fauca, Canarias Viva, Zonas Comerciales Abiertas y Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a través de Promoción Las Palmas y Cultura en Acción. Producido por Mar Abierto Producciones, colaboran Cervezas Victoria, Pepsi Cola, Mutua Tinerfeña, Naviera Armas, Hotel AC, Hotel Silken Atlántida, Sonopluss, TecnoSound y Alkur.