La Consejería del Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria en colaboración con la Concejalía de Agricultura y Ganadería del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, que dirige la edil María Ángeles Rodríguez Vega, repartió el miércoles en Tunte 1.700 mosqueros, el doble que la campaña anterior, a 26 productores de albaricoque. Se trata de una campaña del Cabildo de Gran Canaria que tiene por objeto el reparto de mosqueros para el control de la mosca de la fruta, con la finalidad de paliar el problema de la pérdida de producción y calidad de la fruta en la isla de Gran Canaria.
El aumento del reparto de mosqueros, motivado por el mayor número de productores de albaricoque que se han acogido a la campaña, ha sido debido al incremento de las especies de frutales para las que se puede solicitar los mosqueros, como es el caso de los cirueleros. Además, se ha aumentado la proporción de mosqueros por árboles frutales declarados. Este reparto se realiza porque las variedades más tempranas de albaricoque entrarán pronto en la fase de maduración y por lo tanto pueden verse afectadas por el ataque de la mosca de la fruta.
La mosca de la fruta (ceratitis capitata) es una de las plagas más dañinas en la agricultura canaria debido a su elevado potencial reproductor y a que afecta a numerosos cultivos como albaricoqueros, cítricos, higueras, guayabos, mangas, etc. Las hembras adultas se dirigen a los frutos para realizar la puesta y una vez nacida la larva se alimenta de la pulpa del fruto, provocando que se pudra y caiga al suelo.
El cultivo del albaricoque se introdujo en el municipio de San Bartolomé de Tirajana en los años cincuenta. Zonas como Hoya Grande, Tunte, Fataga, Cercados de Araña y Manzanilla, entre otros pagos, convierten al municipio de San Bartolomé de Tirajana en el de mayor producción de albaricoques de Canarias con una superficie de en torno a 20 hectáreas.
El albaricoquero se adapta bien a las condiciones climatológicas de la zona alta del municipio de San Bartolomé de Tirajana, y constituye un recurso económico, cultural y paisajístico. El fruto se recoge desde mediados de abril a mediados de junio. Las variedades tradicionales cultivadas en Tirajana son currot ó mayero, sayeb, currot rojo, canino ó carricera y rojo tardío. En los últimos años se han introducido nuevas variedades como mikado, mogador, y Cebas Red, cuya adaptación a las condiciones climáticas de la zona y comportamiento agronómico se están valorando.
La mayoría de los productores de albaricoques entregan su cosecha en la Cooperativa Agrícola Zona Alta de Tirajana para pasar a ser comercializada después, a través de la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias, con la marca de Albaricoques de Tirajana que ha sido impulsada y subvencionada por el Cabildo de Gran Canaria.