Román Rodríguez, junto con los números dos, tres y cuatro al Parlamento por Gran Canaria, Luis Campos, Esther González y Valeria Guerra, respectivamente; dijo que hasta 2030 Canarias tiene aprobada una moratoria, es decir, que no se aplicará esta tasa a los vuelos que realicen las compañías entre las islas y con el resto del territorio del Estado. El problema se produce con las conexiones de Canarias con la UE y el enfado de NC es, criticó, porque quienes “están obligados a defender nuestros derechos y singularidades no lo hacen, o no lo saben hacer”.
En concretó señaló al Ejecutivo del Estado y a las fuerzas políticas con representación en el europarlamento del PP, Ciudadanos, Podemos y el PSOE. “No es razonable que no hayamos conseguido excluir a Canarias” de la tasa del comercio de emisiones, subrayó, ante “nuestra evidente realidad geográfica” y consideración de Región Ultraperiférica (RUP) en el seno de la Unión. Un paraguas jurídico que permite aprobar políticas y medidas singulares para las RUP por su lejanía y fragmentación, refirió.
En NC, observó Román Rodríguez, “no discutimos” el objetivo de la descarbonización que persigue la tasa. Pero otra cuestión, añadió, es que “se nos meta en el mismo saco”, a un territorio como el Archipiélago, a 1.500 kilómetros del continente y a 3.000 kilómetros de los países de procedencia de la mayoría de los turistas europeos. “No tenemos alternativa” al avión y “nuestra dependencia” de las conexiones aéreas, como marítimas, es “absoluta”, sentenció.
Al Gobierno estatal, según Rodríguez, “le ha faltado determinación” en la defensa de los intereses de Canarias y también a los partidos políticos con representación en el Parlamento Europeo. “Han sido incapaces de frenar y defender las singularidades de nuestra comunidad”, recriminó el candidato del canarismo de progreso.
Las consecuencias, prosiguió, de la aplicación de la tasa a la conectividad aérea canaria con el resto de la UE, prevista para inicios de 2024, provocará una “pérdida” de competitividad del sector turístico y de la conectividad. “Nos pone en inferioridad de condiciones”, en opinión de Rodríguez, con otros destinos del mundo, grandes competidores turísticos, tal y como advirtió.
Para equilibrar esta desventaja, NC exige una compensación a la Administración estatal por la aplicación de los costes de este comercio. Una estrategia que, como anunció, “pondremos en marcha”, desde todos los ámbitos institucionales y como partido político. En paralelo, según planteó, proceder con una evaluación del impacto de la medida en la competitividad y condiciones de vida de Canarias y el resto de las RUP en los dos primeros años de su entrada en vigor y, consecuente, solicitud de revisión de la medida.
Sobre la disposición de Bruselas a financiar a las regiones ultraperiféricas los combustibles sintéticos y los biocombustibles, el “pequeño” inconveniente, ironizó, es que no hay producción suficiente, en la actualidad, en el mercado para proveer a la aviación, es decir, que es una “solución imposible y, por lo tanto, ineficaz”. Es un argumento empleado por algunas formaciones políticas para justificar, censuró, “lo que está claro, un fracaso” de España y los grupos parlamentarios españoles en la eurocámara para lograr la exclusión de Canarias.